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No me refiero al problema gordo que le ha caído, que ningún candidato al Gobierno, ni ahora ni nunca, piensa le pueda caer, aunque esa probabilidad exista.
Puede ser que no pueda dormir por no haber mantenido la primitiva idea de que con Pablo Iglesias tendía problemas, y vaya si los tiene. Desconozco los motivos que le hizo cambiar. Seguramente la ambición de poder y seguir gobernando, porque ni entre los suyos era bien visto Iglesias en la Moncloa. Ahora no solo lo tiene dentro, sino también a su pareja, a su consorte..., y algunos más.
Que el gran problema que le ha llegado nadie puede esperarlo ni desearlo, está claro. Cientos de personas se están yendo al otro mundo diariamente por un virus que nadie explica cómo ha entrado en el ser humano, con tanta malignidad, y con tanta ansiedad de expandirse. Además con el añadido de que España, sanitariamente, no estaba ni está preparada. Los muchos y canallescos recortes en la Sanidad hechos por el PP, lo ha perjudicado más, pero mucho me temo que tenga un culpable, muy culpable, de no haberse puesto en la faena de atajarlo más pronto. Ese será, para siempre, Pedro Sánchez, pero por no tener la valentía de decirle a su pesadilla, sí, el que no le dejaría dormir, Pablo Iglesias, que él no pasaba por su necesidad de la gran convocatoria feminista, manantial de votos para su organización UP, el 8 de marzo.
Cómo cerrar cines y teatros, cómo cerrar encuentros deportivos, cómo suspender los actos falleros valencianos, o festividades también multitudinarias como las castellonenses, clases en colegios, Universidades..., y NO la manifestación feminista, granero indiscutible de votos para Unidas Podemos, con Irene a la cabeza como nueva virreina. No, ¿desconvocar la manifestación o prohibirla? nunca, debió exigir Iglesias. Eso no entraba en sus planes, por lo tanto todo habría que planearlo para el día 9. Aunque se supiese que desde semanas atrás el virus tan expansivo y criminal hacía de las suyas.
Hay otros muchos fallos, de los que se hablará en el Congreso sin duda, y en calles y plazas de todos los pueblos de España, cuando esto pase, que pasará dejando un reguero de muertes. Algunos fallos no imputables al Gobierno y otros sí, aun teniendo la certeza de lo novedoso y lo poco preparado que está el país ante emergencias de esta índole, pero permitir que cientos de miles de personas, con el virus sobrevolando el terreno, se reunieran codo con codo, cerca unos de otros, para sacar pecho UP, por todas las ciudades de España, Pedro lo pagará muy caro por su bisoñez en este aspecto. Pablo le ha ganado a Sánchez la batalla al imponer su criterio, y España va camino de perder la guerra.
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