Día típico de invierno; frío, lluvia, algo de viento. Vamos, un día muy desapacible para quedarse en casa y no hacer nada.
Yo por si acaso, como otras veces, preparo toda la ropa de correr el día anterior.
La dejo en el salón y así no molesto.
Parece una tontería, pero no lo es. El tener todo preparado puede hacer que la pereza no te acabe atrapando.
El caso es que no me atrapó...
Me levanté y no llovía, hasta se veía algún claro, por tanto ésta era la mía...
Un café con leche y miel con dos tostadas con aceite y con mermelada de fresa de mi cosecha y a salir a conquistar el mundo...
Yo me suelo abrigar muy bien, prefiero que me sobre ropa según caliento el cuerpo que no tener la sensación de frío que igual me hace que no entre en calor y sufrir más...
Al salir está esa sensación de frío que te hace casi entrar de nuevo en casa y dejarlo para otro día.

Hoy estaban todas las cumbres nevadas, y en el recorrido, muchísimo barro y agua. La lluvia apareció a la media de hora de arrancar y ya no me abandonó en la hora restante...
Algún que otro senderista por el monte y más como yo, korrikalaris.
Vuelta a casa, estirar, ducha y a disfrutar de esa sensación de paz y relax...




Enviado desde mi SM-G975F mediante Tapatalk