Limpio de religiosos
Si algo tiene de bueno los tiempos que vivimos pasa necesariamente por la nueva dinámica laica que adquieren los actos, los protocolos y los fastos en las instituciones oficiales. Ya no se ven tan de cerca a sacerdotes, curas y obispos. Los juramentos ya no se hacen obligatorios ante el Crucifijo y así, viene a tener sentido el enunciado del hilo donde esto escribo «
Sin biblia, sin Crucifijo, sólo queda: sin rey»
Han pasado más de cinco años desde que los protocolos se están adaptando a los nuevos tiempos. Cinco largos años de insidias, temores y penas redentoras. De aquellas amenazas hemos pasado a asumir formalmente los cambios que nos alejan de la tontería religiosa y, precisamente ahora que tenemos en el mundo conflictos religiosos enconados, nosotros somos capaces de prescindir de fervorosos y fanáticos que negocian con la espiritualidad; Adiós a la estupidez, los credos, el evangelio y su sacrosanta hermandad de santurrones con guardapiés. Así no vuelvan nunca más... y todo ello desde que la caspa y los casposos fueron echados del Gobierno con una patada en el culo y un bolso pijo en el escaño.
Queda, eso sí, la monarquía. También como apunta el enunciado del hilo: «
sólo queda: sin rey»
El proceso de acabar con la monarquía lleva más tiempo, es preciso tener más paciencia al tiempo que tesón. Luego todo llegará, porque nada es Eterno y tampoco es cuestión de rebanar pescuezos reales como hicieron los franceses. Las cosas de Palacio van despacio.
Hoy ha jurado la Carta Magna la Princesa de Asturias, a su lado no había obispos ni obispesas, ni crucifijos, ni gaitas, ningún prelado se ha sentado en su mesa a celebrar. Los curas no están para muchas celebraciones, tampoco los católicos que ya son conscientes, y maduros, de la mierda que rige los destinos de su fe celebrando los ritos con las manos manchadas de lefa.